La cinta autoadhesiva es una solución versátil y práctica que funciona como un vendaje que protege los diferentes sensores para disminuir el riesgo de que se salgan antes del término.

Su característica principal es su capacidad para adherirse a sí misma y no a la piel, lo que proporciona un descanso de los constantes parches con pegamento, además de estar fabricado con materiales altamente elásticos haciendo que sea muy fácil de manipular.

La notable propiedad de adherirse a sí misma hace que sea fácil de retirar y reutilizar varias veces sin comprometer la eficacia del pegamento. Es importante tener en cuenta que una vez que la cinta se adhiere, no se puede separar, lo que garantiza una fijación segura.

Hay dos alternativas con ancho de 5 cm y 7 cm, esta cinta es ideal para cubrir sensores y protegerlos sin la necesidad de utilizar parches con pegamento. Además, su generosa longitud de 4,5 metros asegura que cada rollo sea suficiente para múltiples usos.

Una característica destacada es su resistencia al agua, lo que la hace apta para bañarse y utilizar en entornos acuáticos. Esta cualidad añade un nivel de conveniencia, permitiendo un uso continuo incluso durante actividades acuáticas.

En resumen, esta cinta autoadhesiva combina practicidad, versatilidad y durabilidad. Perfecta para proteger sensores, ofrece la comodidad de ser reutilizable y resistente al agua, haciendo que sea una solución ideal para diversas situaciones y entornos.